viernes, 28 de mayo de 2010

El Principado de Asturias impide al FAPAS y a los vecinos de la parroquia de Páramo de Teverga trabajar en la recuperación del urogallo

Tras meses de haber solicitado permisos para la recuperación del hábitat del urogallo en el Concejo de Teverga, la Consejería de Medio Rural no autoriza los trabajos.

La recuperación del hábitat del urogallo es la clave para tratar de conseguir que esta especie no desparezca de las montañas asturianas. Desde el año pasado, la Parroquia Rural de Páramo de Teverga y el FAPAS, a través de un convenio de colaboración, pretender desarrollar actuaciones que mejoren la calidad del hábitat del urogallo.

El año pasado, se solicitaron los permisos para trabajar sobre una superficie de 50 hectáreas de terrenos, con el fin de recuperar las arandaneras, la planta que resulta estratégica en los trabajos de protección del urogallo. Sin embargo, no ha habido ninguna respuesta a la solicitud por parte de la Consejería de Medio Rural del Principado de Asturias.

Asturias posee un Plan de Recuperación del Urogallo que establece como actuación prioritaria la recuperación del hábitat de esta especie que se encuentran en máximo peligro de extinción. Resulta contradictorio que la propia Administración Regional impida la realización de trabajos de conservación.

Los montes de la Parroquia de Páramo de Teverga, fueron hasta hace unos años, territorios ocupados por una buena población de urogallos, sin embargo, a lo largo de la última década, la población ha decrecido alarmantemente, hasta el punto de encontrarse en una situación crítica.

El FAPAS en colaboración con los vecinos de la Parroquia Rural y el apoyo de la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Medioambiente del Gobierno de España, ha puesto en marcha varias iniciativas para trabajar en la conservación de la biodiversidad en este territorio cuyo objetivo es recuperar al urogallo ya que en los trabajos de control de la especie, el año pasado el FAPAS sólamente ha podido localizar un ejemplar hembra.

En esta primavera, han comenzado a buscarse indicios de los urogallos que aún puedan sobrevivir, pero hasta el momento, los trabajos de campo han dado un resultado negativo, pues no ha podido ser localizado ningún ejemplar.

‘Recuperar las arandaneras, una estrategia clave en la conservación del urogallo’: Así quedó de manifiesto en el Seminario de Gestión Forestal y Manejo del Hábitat del Urogallo, Somiedo 2004, donde se recogió la necesidad de condicionar este tipo de terrenos al aclareo mediante el desbroce selectivo y manual del matorral de piorno y erica para favorecer la estructura de las arandaneras, consiguiendo como indicador de calidad de las mismas, que la planta de arándano alcance una altura óptima de 50 centímetros.

Las solicitudes de trabajo para la recuperación de las arandaneras en la cuenca del Puerto de Ventana en Asturias no han sido atendidas por la Consejería de Medio Rural, ni tampoco las solicitudes de plantación de árboles productores de frutos silvestres, otra línea de trabajo que se considera de gran importancia para la alimentación de los urogallos.

Según todos los expertos consultados, el urogallo se encuentra en una situación límite, donde el proceso de extinción solo podrá ser evitado si se comienzan a desarrollar trabajos de conservación del hábitat.

Resulta insólito que la Administración Regional de Asturias niegue la ejecución de actuaciones que impidan la extinción del urogallo, máxime cuando dichos trabajos cuentan con un importante apoyo institucional por parte del Gobierno de España y son los propios vecinos del territorio quienes lo demandan.

Más información:  http://www.fapas.es/

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